Uno de los pasapalos que nunca puede faltar en la mesa de los venezolanos es el famoso e inigualable tequeño. Son propios de nuestro país y probablemente originados en la época colonial, se forran con masa de harina de trigo y se fríen al momento de comerlos. Su relleno es principalmente de queso pero hoy en día existen múltiples variaciones que los hacen ser igualmente atractivos para cualquier paladar.
Los tequeños de jojoto, preparados desde hace más de cinco años por la familia Rodríguez Hoyos, tienen negocio ubicado en la Urbanización La Entrada, comenzando la carretera vieja Valencia-Puerto Cabello. Rodolfo Rodríguez junto a su esposa Gladys, comentan que Inicialmente, sólo vendían desayunos y menús ejecutivos en su local, ésta idea surgió según ellos comentan, de un día que se encontraban preparando unas torticas de maíz y quedó una porción de masa, a este sobrante fueron dándole forma hasta lograr el producto definitivo. La señora Gladys asegura que en un principio el público no se sentía agradado con los tequeños, les parecían diferentes y de sabor extraño, pero poco a poco mientras les colocaban mayor cantidad de azúcar fueron gustando cada vez más, hasta convertirse en una de las primeras opciones de sus clientes. “Nosotros estamos seguros de que a la gente le gusta el tequeño porque es un producto artesanal, no es algo industrial, (…) no les colocamos ningún químico, porque si le agregamos alguno dejarían de ser tan buenos”.
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Para esta singular familia, estos tequeños se han convertido en sinónimo de fama y tradición, próximamente, tienen pensado introducir al menú otro ingenioso producto, los tequeños de plátano.